10 de diciembre de 2010

!!FE NO ME NAAAAAL¡¡ (Con 5 As)

 “Ni siquiera una vida feliz se libra de su parte de oscuridad y la palabra 
felicidad pierde su significado si no se compara con la tristeza. Es mucho mejor aceptar las cosas tal y como vienen con paciencia y ecuanimidad”.  
(Carl Jung)
!!FE  NO  ME  NAAAAAL¡¡ (Con 5 As)
Muéstrame un hombre sano y yo te lo curaré” C. Jung
  Jung.Caricatura
En nuestros tiempos de estudiantes tuvimos una 
secretaria en el Colegio Mayor en Madrid
que siempre que la saludabas como se 
suele saludar, ella contestaba invariablemente con 
un “FE  NO  ME  NAAAAAL” –los espacios entre sílabas y 
las cinco A de la sílaba final están bien, porque era 
así como recalcaba su aparente estado emocional. Ante 
tal desborde de alegría vital, a ti se quedaba una cara d
e infeliz y de inútil por no ser capaz de encontrar 
la fórmula mágica para encontrar –a veces lo 
conseguías- pero sobre todo permanecer en ese estado de éxtasis, en ese 
orgasmo vital permanente.
No era la persona que me llevaría a una isla desierta y a duras penas aguantaría
una cena completa a solas con ella. Pero todo hay que decirlo, tengo cosas que 
agradecerle: tuve la suerte de ser del grupo al que apreciaba mucho –“es que 
eres MA  JÍIIIII SI MOOO, DANIEEEL” "- y a ella debo haber sido monitor de un 
campamento de niños y niñas en Comillas durante dos veranos –y que colara 
a tres buenas amigas de Pamplona como monitoras- que me permitieron ganarme
 los dineritos que fundí en mi viaje de fin de carrera haciendo autostop por toda
 Escocia y en la mejor cafetera que había entonces como regalo para mis padres
 y divertirme como una enano con el resto de monitores y monitoras. 
En aquellos tiempos, teníamos 21 años, eras capaz de acostarte a las 6 de la 
mañana y levantarle para despertar a los diez toritos que tenías asignados a las
 ocho de la mañana y aguantar todo el día haciendo teatro, futbol, manualidades, 
excursiones, no solo sin desfallecer sino sacando energías, Alá sabría de donde, 
para volver a bajar al pueblo por la noche-.
Esta buena mujer estaba, aparentemente, siempre alegre, feliz, encantada 
de conocerse. Estaba de forma agobiante y apabullante, sin descanso, yo diría
 que ciegamente, CON  TEN  TIIIII SI MA. Paralelamente se casó, tuvo una hija
 con uno de mis amigos y luego lo echó de casa –la ley del divorcio es 
tremendamente hembrista- y durante ese no muy largo pero intenso período
 llegué a la conclusión, a lo mejor equivocadamente, de que utilizaba esa 
FE LI CI DAAAAAD como una defensa contra la realidad siempre más compleja
 y llena de matices que le rodeaba y, también, como un arma para arrollar 
y conseguir  que el resto hiciera lo que ella tenía pensado. 
Al mismo tiempo le permitía huir de las malas noticias -en casa las tenía muy
 malas-, las decepciones, la duda e incluso de la más básica introspección. 
Lo que no era capaz de ver era que ese estado, natural o artificial, de felicidad
 y certeza, generaba infelicidad y abandono entre los que le rodeaban.
 
Recuerdo una de esas noches de juerga de monitores a la que se apuntó y 
la canción Los Ronaldos que sonó hizo que la cantáramos todos a coro 
señalándole a ella –que feliz reía sin parar- ”ella es el gurú, ella domina, ella 
dirige los pasos de los que caminan…”. 
No está la felicidad sobrevalorada?
Tu visión se volverá más clara cuando mires en tu corazón.
Quien busca fuera, sueña; quien busca dentro, despierta
C. Jung
A que viene este recuerdo de esta chica. Pues a que uno de los capítulos del libro 
“The way we’re working isn’t working” –realmente debiera titularse “The way 
we’re living isn´t living” porque más que un libro de gestión de empresas es 
un libro de gestión de personas y muy especialmente de la propia- de 
Tony Schwartz habla del optimismo realista.
Como decía C. Jung, donde hay luz, hay oscuridad, nos demos cuenta o no. 
Curiosamente, cuanto más buscamos la felicidad más posibilidades tenemos de 
decepcionarnos. Si no hubiera infelicidad, quién reconocería esos instantes, 
fugaces o no, pero intensos y maravillosos de felicidad. Dice Tony “En el mejor 
de los casos, la felicidad es un lugar que visitar de vez en cuando más que un lugar
 en el que vivir permanentemente” salvo que deseemos “un mundo feliz” como el 
que describía Aldous Huxley en su libro de igual título. Si fuera un estado 
permanente, le pasaría como a todos los estados permanentes, perdería gracia
 y llegaría a ser hasta aburrido (como aburridos están los felices personajes 
de Huxley).
Buscar la felicidad  como un 
estado permanente nos viene de 
nuestra época primitiva, cuando 
todavía andábamos por los árboles 
(algunos, a veces parecemos seguir ahí) 
y nos guiaban dos impulsos básicos: 
evitar el dolor (que en aquellas 
épocas “monas” asociábamos con peligro
y riesgo de convertirnos en almuerzo
de depredador) y buscar gratificación
(palabreja fina para decir placer, 
ya que necesitábamos asegurar nuestra
reproducción y que nuestros genes siguieran 
saltando de rama en rama hasta que 
algún día alguno le diera por bajar 
al suelo y empezar a erguirse.  
Pero curiosamente resulta que el dolor y 
la incomodidad son necesarias para el crecimiento - 
y la capacidad para lograr crecer depende mucho de nuestra capacidad de retrasar 
la gratificación –los niños lo quieren ya, ahora, sin falta ¿o no?; 
por desgracia, muchos mayores también-.
Entonces, dónde está la felicidad? Porque en algún lugar debe estar…
“Sin dolor, no hay consciencia; sin consciencia, 
no hay crecimiento” 
C. Jung (otra vez)
Vivir intensamente vivir comprometidos, inmersos en nuestros retos, nuestras
 ilusiones, con la mente abierta, curiosa y apasionada. Esto, da momentos de 
extremo gusto y momentos de extremos trompazos. “Mais, C’est la vie, 
mon ami(e)”. Dice Schwartz que, “paradójicamente, la felicidad -o mejor la 
satisfacción- es algo que sentimos al echar la vista atrás como un premio a algo que 
hemos conseguido con esfuerzo (y disfrútalo, no se te escape, porque, bromas de 
esta vida, es efímero –nota del traductor librepensador-) Y, entonces, no mucho 
después estamos ansiosos por un nuevo reto que nos mantenga vivos.
Esto me recuerda a algo que leí de Eduardo Punset, abuélico encantador para 
contar cuentos para dormir –dice cosas interesantes pero de forma tan 
aburrida….- en un libro que me regaló mi amiga Olga –ella también fue monitora
 con la chica FE NO ME NAAAAAL-. Decía que los humanos - animálicos bípedos 
que somos- somos como su perra que cuando realmente disfruta es cuando le
 engaña con el hueso, lo busca, lo atrapa y se lo come; y una vez comido, vuelve
 a un estado de reposo. 
A mí me pasa igual - no porque ladre ni coma huesos ni mucho menos me 
entretenga Punset (con un hueso)- sino porque cuando me lo paso bien es 
cuando preparo estos amagos de escritos, busco citas o párrafos en libros que
 tengo, miro en Internet cosas que puedan darme pistas, se me ocurren bobadas,…
 cuando estoy escribiendo –ahora por ejemplo, estoy entretenido como la perra de 
Punset buscando el hueso, me falta decir “Guau, Guau”-. Es muy muy clarito.
estos y otros instantes es cuando uno debe estar atento porque como el brillo
 de Campanilla, aparece la chispa de la felicidad, a veces como una estrella fugaz,
 y si la percibimos la disfrutamos en el momento y al recordarla cuando pasó.
Mi, ya casi íntimo amigo Tony, compara lo que acabo de decir con los 
entrenamientos (pero 
se puede aplicar, sin volvernos unos 
masoquistas y pasarnos al cilicio, a 
nuestras vidas. “El dolor forma parte del paisaje. 
No podemos crecer sin dolor, sin tensión. Piensa en 
los entrenamientos de los deportistas. Llevan sus 
bíceps y sus triceps más allá de su zona de confort, 
hasta quedar exhaustos. Es difícil, incluso doloroso
a corto plazo, pero el resultado final es que te vuelves 
más fuerte, lo que es satisfactorio… … cualquier
persona que haya alcanzado la excelencia en su 
campo –música, deporte, literatura, investigación
(educar hijos, llevar una vida de pareja, 
trabajar a secas –nota del listillo del traductor-), dirá que la clave para ser 
mejor es invariablemente la práctica (decía Picasso que la inspiración siempre la 
pillaba trabajando –otra vez el listillo-). Pero también dicen que es la actividad
más difícil y que menos se disfruta.”
Me imagino que Tony Schwartz, yo seguro que no, otros no sé,… no es un 
enamorado del  sufrimiento porque sí, o de la depresión o de la desesperación. 
Son estados desagradables. Cuando los sufrimos, la pasamos mal y lo pasa mal 
quien está junto a nosotros (y nos quiere). Ni todo es FE NO ME NAAAAAL ni 
todo es “el valle de lágrimas” que nos hacían rezar en el colegio. Ni podemos 
elegir entre ambos. Lo que sí podemos hacer es aprender a aceptarlos tal y
 como vienen. Cuenta en T. Schwartz en su libro el testimonio de un soldado 
que sufrió cautiverio y fue torturado en un campo de prisioneros de Vietnam
 que “se salvo gracias a su capacidad para pasar del optimismo al pesimismo, sin
 confundir nunca tu fe en que saldría de allí con la disciplina para confrontar los 
hechos más brutales del día a día, cualesquiera que fueran”. 
Victor Frankl en “El Sentido de la vida”-libro más recomendable que “el del
 pijama a rayas” y 
otros libros que se recrean en la estética del dolor y saben que, como hemos
dicho, a nosotros también nos va la marcha (me excuso por mi vehemencia, pero 
es lo que pienso)- nos lo cuenta muy bien y clarito. Pero no es un best-seller.            
    
Resumiendo, realismo positivo u optimismo realista 
con una ayudita de Jorge Drexler
“Un sistema inmunológico sano lucha por buscar un equilibrio
 que nos permita 
sentirnos suficientemente bien para vivir pero suficientemente mal 
para hacer algo al respecto”.
D. Gilbert (Stumbling on Happiness)
Como dice esta preciosa cita, ni vivir amargados dándonos un extra de cilicio 
todas las mañanas ni vivir FE NO ME NAAAAAL en una nube ficticia de felicidad
 y de autoengaño que es como ir con los ojos cerrados y, tarde o temprano, te la 
pegarás.
 
Para acabar os cuento lo que la señora que más debe saber de esto, Sandra
 Schneider, dice sobre lo que en definitiva, parece que deberíamos buscar: 
vivir en un optimismo realista:
“…el optimismo realista es el que acepta la realidad de la situación actual y 
busca en ellas un sentido satisfactorio… 
… implica ser benévolo en la evaluación de nuestro pasado, aceptar y 
disfrutar activamente los aspectos positivos de nuestro presente y de forma 
permanente buscar nuevos retos y oportunidades para el futuro…
… cada uno de nosotros podemos considerarnos una parte activa en la 
calidad de nuestras experiencias con un control al menos parcial sobre las
 cosas buenas que pueden pasar (las malas vienen solas, no hace falta 
llamarlas.- nota del franco-escritor-)”.
¿Cómo? Pues utilizando los símiles de vuestro espero que ya 
amigo Tony Schwartz:
“las lentes reflectantes que implican hacernos dos preguntas (ante un 
acontecimiento externo que nos duele) ¿Qué ha ocurrido realmente? ¿Qué 
película me he hecho con los puros hechos ocurridos?...
… las lentes inversas que implican tratar de ver la situación desde el 
punto de vista del otro y preguntarnos ¿qué estará sintiendo? ¿Porqué otra
 razón puede estar actuando así?...   …las lentes de lejos que te permitan ver 
más allá del momento actual” para que pensemos 
que lo malo igual que lo bueno también se pasa. Pero mejor lo dice (canta)

Con el anhelo dirigido hacia ti
yo estaba sólo, en un rincón del café
cuando de pronto oí unas alas batir,
como si un peso comenzara a ceder,
se va,
se va,
se fue…
Tal vez fue algo de la puesta de sol,
o algún efecto secundario del té,
pero lo cierto es que la pena voló
y no importó ya ni siquiera porqué, 
se va,
se va,
se fue…
Algunas veces, mejor no preguntar,
por una vez que algo sale bien,
si todo empieza y todo tiene un final,
hay que pensar que la tristeza también
Y, ahora sí, para terminar, una confesión, yo me quedo con las personas 
que tienen la capacidad y la valentía para luchar con las complejidades y las contradicciones
 de cada día que con los que o no las ven o no las quieren ver y siempre les va…
 ¡¡FE NO ME NAAAAAL!! –importante, os habréis fijado que en NAAAAAL, siempre hay 5 As-. 
La relación con ellas y mi relación conmigo –siempre tormentosa…- son más ricas y 
más nutritivas. Expresando alegría, saboreando los momentos dulces y disfrutando de
 la vida pero también sintiendo las decepciones, las tristezas, nuestras limitaciones y nunca
 estancándome en la FE LI CI DAAAAAD. 
Se me olvidaba, ¡la tarea de la semana es…¡
Disfrutar de lo bueno, aceptar lo menos bueno y si veis alguien FE NO ME NAAAAAL, 
aceptarle, que también busca lo mismo que tú y que yo. 
Y acabamos con una cita de… ….. ¿quién si no?
“Where love reigns, there is no will to power; and where the will to power is the most paramount,
 love is lacking. The one is but the shadow of the other.”
(Donde reina el amor, no hay deseos de poder. Y donde el deseo de poder es primordial,
 falta el amor. El uno no es sino la sombra del otro
C. Jung

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